sábado, 18 de agosto de 2012

¿me quiere?¿o no me quiere?

No estaba dispuesta a que tus pétalos me dijeran si me querías o no.
Tú, margarita del campo, tan refinada como si fueras de floristería,
me demostrastes que no tenías tantos principios.
Que un mar de dudas recorrían al unísono tu cuerpo y el mío.
Que tus caricias temblaban como las mías.
Fuiste capaz de cortar una amapola. De ser silvestre ponerla en un jarrón.
Pero de eso ya no queda nada.
Paso la primavera y te cansaste de cambiarle el agua,
dejándola que se secara.
Y ahora, como hojas secas, vuelves a mi
y me pides que huela de nuevo tu aroma,
que saboreé tu fragancia y juegue con tus pétalos.
Pero es tarde.Ya era y será tarde.
Pero aunque una rosa ocupa mi lugar y un clavel el tuyo,
se que no quiero que desaparezcas de mi vida
y que nunca dejes de llamarme así.