domingo, 29 de abril de 2012

Otra cosa


Reparten las cartas y ya sabes que vas a perder.Y darse cuenta de que no eres nada especial, no para esa persona que pensabas que si, que te trataría de diferente manera sólo por ser tu. Que las cartas ya están echadas y es muy difícil cambiar la suerte de uno. Que la suerte se gana pero también se nace con ella. Todos no nacen con ese brillo de ser especial.
Eres uno más, y ni los demás se dan cuenta de ello, eres tan sencilla que pasas desapercibida, más que desapercibida pasas como si fueras invisible, no si quiera te engloba en el grupo de los "normales", eres otra cosa.


Y digo yo... ¿no podremos echar otra partida a las cartas?

viernes, 27 de abril de 2012

¿Dónde está?

Añoro no poder meterme en una madriguera, siguiendo a un conejo blanco, y por unos días olvidar todo lo que me queda por vivir.

Fumar de la pipa de una oruga sin un cartel de "Fumar mata", hablar con las flores sin que te piquen las avispas, y ver a una lagartija con escalera sin estar en el circo...
Crecer o encoger sin miedo a qué ropa ponerte o pintar las rosas de blanco o rojo porque me apetezca.

¿Dónde está esa madriguera? ¿Se puede sacar un bono descuento?
Quizás Campanilla o Peter lo sepan, están más o menos en la misma franja horaria. Quizás debería esperar a Peter en mi ventana y preguntarle por la madriguera, y si me invita, ir al País de Nunca Jamás, donde nunca jamás habrán facturas, multas, créditos innecesarios o impuestos que pagar, solo soñar.

 Lástima que entre ya a trabajar y tenga que volver a la realidad.

viernes, 20 de abril de 2012

Espectadores del mundo terrenal...

...admirad lo hermoso que es ver a una mujer dándose placer...y disfrutad a la par que ella,intensamente.


Miles de pesadillas que invaden mis sueños...


Sueño,sueño,sueño...pero en medio de esos sueño miles de pesadillas me hacen removerme entre las sábanas,temblorosa,asustada...sin saber muy bien el por qué de su llegada.Ya estaban lejos, muy lejos,en otro mundo alejado pero aun así han vuelto.Y si no son ellos serán otros.
Si mi compañero de viaje está a mi lado para protegerme, no debo preocuparme,pero...
¿quién nos protege de mí en el lecho de la alcoba? 
Siempre queremos lo que no podemos y cuando tenemos lo que queremos, deseamos otra cosa cualquiera. Aunque sin querer perder lo que tenemos, simplemente por diversión.
¿Estás jugando con fuego?
Yo no quiero quemarme.
Es demasiado complicado el ser humano.

No soy una puta barata




martes, 17 de abril de 2012

Erotismo desde los ojos de una proyecto de artista


El erotismo… Un tema tan atractivo como tabú en muchas épocas o ámbitos de la Historia, quizás el arma más eficaz inventada por el hombre.
Podríamos definirlo de muchas maneras y con citas de muchas ‘bocas’, pero centrémonos por ahora en la visión personal de la que escribe estas palabras, quien lo ve como algo tan sutil… Ocho letras que connotan y denotan todo lo relacionado con la sexualidad. Una sexualidad abierta a muchos campos donde lo percibido por nuestros sentidos nos atrae , exalta y excita, nos mueve algo en nuestro interior, ya sea con una de las fotografías del estadounidense Robert Mapplethorpe (célebre por sus fotografías blanco y negro de gran formato, especialmente flores y desnudos tanto masculinos como femeninos), o con unos versos de una poema de Luis Alberto de Cuenca, o  con la roja manzana que mordió Blancanieves llevándola a un sueño profundo.
Retrocediendo al origen etimológico de esta palabra, “erotismo” es una palabra formada a partir del griego ρως (érōs) con que se designaba al amor, no fraternal sino apasionado junto con el deseo sensual. Este sentimiento era personificado con la figura del dios griego Eros (Cupido en la cultura romana), que disparaba a diestro y siniestro flechas no solo de amor sino también de odio. Éste, niño juguetón y rechoncho, influye y deja su huella claramente en la poesía, en el cine, en la pintura y demás ámbitos artísticos desde los comienzos del mito hasta la actualidad.

El erotismo es claramente un fenómeno humano, pues en el mundo animal, hoy por hoy sabido, sólo se mueven por instinto. El escritor y ensayista francés George Bataille nos dice: “La mera actividad sexual es diferente del erotismo; la primera se da en la vida animal , y tan sólo la vida humana muestra una actividad que determina, tal vez, un ‘aspecto diabólico’ al cual conviene la denominación de erotismo [...] Aquellos que tan frecuentemente se representaron a sí mismos en estado de erección sobre las paredes de una caverna no se diferenciaban únicamente de los animales a causa del deseo que de esta manera estaba asociado  -en principio- a la esencia de su ser. Lo que sabemos de ellos nos permite afirmar que sabían -cosa que los animales ignoraban- que morirían.” Para él el saber que moriremos nos lleva la búsqueda inquieta de la belleza con la ansiedad de quien la ha conocido y es conciente de su fugacidad, donde el erotismo se impone como ejercicio de la voluntad para prolongar el placer que nos causa e ir en contra de la muerte.
Llevado al extremo, en la definición de Bataille, una sexualidad verdaderamente erótica sería una sexualidad sin fines reproductores, diferenciándose del mundo animal, donde estará abolida o no será su fin, sino al contrario, destinada a la mera llamada de la naturaleza.
Son muchos los géneros del arte donde el erotismo pisa con fuerza, pero bien es cierto que en todo momento de la Historia y en casi la mayoría de los artistas el erotismo se ha adueñado de sus obras. No sólo en las esculturas de mármol y bronce de la Antigua Roma, o en las pinturas de la India o Japón, sino hasta en las representaciones religiosas del mundo cristiano (en contra de lo popularmente creído), como en  la "María Magdalena en la cueva" (de Jules Joseph Lefebvre), ya que resulta muy difícil separar el placer “espiritual” del meramente “físico”. En el Catolicismo, los textos místicos de San Juan de la Cruz incluyen una retórica que rebosa de erotismo dirigido a la deidad. En otras religiones, por otra parte, existía una prostitución sagrada que llegó hasta la Grecia Clásica. Tampoco puede dejar de mencionarse al popular libro del Kama Sutra, una exaltación a la sexualidad perteneciente al hinduismo, o Las mil y una noches, tan popularmente conocido . Que tanto inspiraron al erótico Marqués de Sade.
Ese erotismo nos conmueve, nos provoca un deseo, el anhelo de conseguir ese misterio que nos provoca esa excitación. Como el personaje Humbert con su deseada Dolores Haze, la adolescente perturbadora “Lolita” (película basada en libro homónimo de Vladimir Nabokov, dirigida por Adrian Lyne, y que ya había sido llevada al cine anteriormente por Stanley Kubrick).
En la mayoría de casos, cuando algo nos emociona lo relacionamos con aspecto sexual asociándolo con un orgasmo, a esa pequeña muerte placentera que nos producen los objetos que nos exaltan. Algo que, a pesar de ser efímero, siempre intentamos recordar, como el cuadro o fotografía (No huir de tan dulce deseo -Alceo de Mitilene- Carmen Marí) que no dejamos de ver sin descanso, o ese párrafo que mil y una veces releemos  del cartagenero José María Álvarez en su novela erótica La Esclava Instruida: ‘Como el talento, tú tampoco tenías explicación. Como el arte, ni venías de ninguna parte ni ibas a parte alguna. Salías sola, como la luna.’

Todos estos objetos eróticos tienen que tener la condición de tales y por ello deben seducirnos, conmover nuestros sentidos, exaltarnos, excitarnos y así atraernos, como se dijo anteriormente, no importa como sean, sino que provoquen esa sensación en nuestro ser, da igual que sea una prenda de ropa o una rama de árbol con forma fálica, o esa onza de chocolate negro que muchos definen como sustituto del sexo.
Muchas veces el no poder alcanzar ese objeto y poseerlo hace más excitante el erotismo, teniendo así un pequeño carácter trágico, donde la risa suele hacer que el erotismo desaparezca.
Alejándonos del carácter cómico, Denis de Rougemont escribió su célebre tratado del ‘Amor y Occidente’ donde se centra básicamente en los idilios amorosos de Tristán e Iseo, amor que, al contrario de la filosofía platónica, se encuentra pleno de pasión y, por lo tanto, de su fragilidad. A su vez, en poemas de Espronceda encontramos muestras de su narcisismo esproncediano donde define se la libertad como un requisito para alcanzar la felicidad y objeto amado.

Como caso típico, sabemos que el erotismo suele confundirse con el porno pero, aunque pueden estar relacionados, no son lo mismo. Según el filósofo francés Jean Baudrillard, "El erotismo es surrealismo, sueño, lúdica, mientras la pornografía es hiperreal, es petrificación, es fórmula". Octavio Paz en su obra ‘La llama doble’ afirmó: "El erotismo es la metáfora del sexo, su poesía, su imagen consagrada”.

Durante la denominada “revolución sexual” surgieron estudios donde se pretendía separar el erotismo de la pornografía con distinciones académicas, ya que el erotismo posee una semántica más limpia con finas representaciones, y donde no es necesario un desnudo (a diferencia del porno) para que algo resulte erótico.
Etimológicamente hablando, pornografía significa ‘descripción escrita de la pornografía’. La porné en griego era la prostituta y la grafía el relato escrito. Por lo que es toda representación escrita, visual o auditiva de personas, objetos o símbolos con los que explícitamente se intenta provocar la satisfacción únicamente sexual, una provocación directa, sin tono dramático o romántico. La pornografía se refiere más bien a la descripción gráfica de lo sexual centrada en la genitalidad cruda. Aunque es cierto que habrá personas a las que lo pornográfico les resulte bello y erótico; sin embargo, en mi gusto personal, una cadera de mujer y su caída de espalda (como “El violín de Ingres” Man Ray) resulta mucho más erótico que un Nacho Vidal sometiendo a Lucía Lapiedra.